martes, febrero 07, 2006

Empresas y Desarrollo Social


El célebre y mundialmente conocido estratega de la administración empresarial Peter Drucker, fallecido recientemente, esbozó una vez “Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente. Ahora bien, es posible que cualquiera luego se cuestione ¿A qué llamamos éxito?

Es cierto que, a medida que aumente el beneficio en los resultados financieros, los flujos de caja aumenten y por consiguiente suba la cotización de las acciones de la empresa, podríamos afirmar que financieramente el negocio va por buen camino. Sin embargo, ¿No existen otras dimensiones, quizás menos tangibles y ligadas a visiones más a largo plazo, a través de las cuales medir y ponderar el éxito de una empresa?

En el siglo XIX existió un empresario norteamericano, Andrew Carnegie, que amasó fortuna entre otras cosas mediante el desarrollo de la industria del acero en Pittsburg, a través de su compañía Carnegie Steel Company. Durante su vida donó alrededor de 350 millones de dólares en actividades que representaron la creación de 2,509 bibliotecas y el establecimiento de la universidad norteamericana que hoy lleva su nombre: Carnegie Mellon.

Contemporáneo a este empresario, Ezra Cornell intervino en el desarrollo de la primera línea de telégrafos norteamericana, dicha actividad le permitió acumular una gran fortuna. Parte de dicha fortuna fue empleada en la fundación de la universidad Cornell y en la creación de la Biblioteca Cornell en Ithaca.

Ejemplos como los anteriormente expuestos abundan en cantidad. Empresarios que, una vez alcanzado el éxito financiero, se desarrollan en otra dimensión que les permite trascender. Les hace alcanzar el éxito que trae consigo el desarrollo y la responsabilidad social.

Analizados estos caso podría cuestionarse ¿cómo valoramos en República Dominicana el éxito empresarial? ¿Poseemos empresarios que, al igual que aquellos exponentes, ayudan al desarrollo social promoviendo la educación y la cultura?

Retomando la frase inicial de Drucker creo que es necesario que la clase empresarial dominicana tome decisiones valientes, encaradas a abordar el éxito desde otra perspectiva. Un éxito que requiere de una visión a largo plazo que permita el desarrollo social y por consiguiente que nos inserte en un círculo virtuoso que permita que nuestras empresas y nuestra sociedad cuenten con recursos humanos capaces de poder agregar valor. Característica imprescindible para poder competir en los mercados actuales.

1 comentario:

DpR dijo...

Desearía que pudiéramos contar con empresarios que trabajaran por lograr un mejor país y que entendieran, que verdaderamente ellos no deben estar ajenos a la realidad social de nuestro país...